Xochimilco es un lugar lleno de magia, habitado por gente, que al pasar de los años sigue fuertemente arraigada por sus tradiciones y costumbres por lo que es común -hasta cierto punto- encontrarse con gente que aun realiza practicas que escapan de nuestro entendimiento.
Un ejemplo claro es la isla de las muñecas, una chinampa que resalta sobre las demás, por el único hecho de estar cubierta por decenas y decenas de muñecas, cuidadosamente colocadas sobre los arboles que ahí se encuentran. La historia comienza en los años 50, cuando el señor Julián Santana Barrera empezó con una costumbre que para muchos parece una locura, empezar a coleccionar todas las muñecas que encontraba. 

El Profesor Sebastían Flores Farfán Cronista de la Delegación Xochimilco, comenta:
 
Cuando se realizó el rescate ecológico de Xochimilco en los años noventa y el lago estaba totalmente cubierto de Lirio Acuático, llamó la atención que su chinampa estaba rodeada de muñecas y en esa zona nadie vivía. Era una choza hecha de chinami, carrizo, ramas de ahuejote y zacatón, y él a nadie recibía, vivía como un ermitaño. Con el tiempo comenzaron a llegar periodistas que lo querían entrevistar y yo fui la persona afortunada a quien aceptó con los mismos, porque él se acordaba de mi persona cuando lo atendía en la pulquería Los Cuates.
Él no quería hablar sobre las muñecas que tenía en su chinampa, pero después él aceptó darnos su versión sobre las mismas. El decía que estaba allí para ahuyentar a los malos espíritus y para que se dieran mejor sus cosechas. Platicaba que las muñecas aparecían de repente y que ellas lo acompañaban por las noches .

Tenía una muñeca preferida que era La Moneca, de todas las chozas que tenía, siempre la trasladaba de una a otra. Una de las chozas estaba llena de mulitas que él hacía con hojas de maíz y las tenía colgando, también tenía cruces que hacía con pedazos de madera de ahuejote, recortes y fotografías de personajes de la política, delegados de Xochimilco, artistas, estudiantes y gente que lo iba a visitar.

Pero la historia no solo quedo ahí, fueron las "raras" circunstancias de su muerte, las que empezaron a llamar la atención de reporteros, visitantes, curiosos y estudiantes. Fue minutos antes de su muerte, cuando Don Julian, le comento a su sobrino que un sirena le había estado llamando por que se lo quería llevar por lo que le iba a cantar para que no se lo llevara,  ya que al parecer anteriormente ya le había comentado su tío que cantándole a la sirena no se lo llevaba. El sobrino dejo solo a su tío, no fue hasta que regresó con la leche, cuando se descubrió que se había ahogado.

En el lugar se construyeron tres cabañas para el Museo Tradicional, donde estarán los recuerdos de Julián Santana y sus inseparables muñecas, que ha heredado su sobrino Anastasio Santana Velásquez.

La isla se puede visitar a cualquier hora del día, está ubicada en la laguna de Teshuilo a una hora y media de brazo de remo del embarcadero de Cuemanco, en el sur de la ciudad.

"Pero sin duda el recorrido por el área es mucho más impresionante en las noches de luna llena, porque es una zona donde no hay luz eléctrica y las muñecas colgadas, y llenas de animalitos propios de la fauna saliéndole de la boca, dan cierto terror", indicó el cronista.

Este gran miesterio y la facinacion de los turistas ha permitido que incluso, ya exista un paseo virtual por esta mágica chinampa, por lo que  no importa que tan lejos estés de Xochimilco, puedes visitarla dando click aquí o en la imagen inferior.

Da click sobre la imagen para realizar el recorrido virtual.