La viuda saltaba a las llamas en la pira funeraria de su difunto marido para abandonar este mundo con él, ya sea por amor o la presión social a su alrededor.
Fue una práctica funeraria que existió en algunas comunidades hindúes. Cuando el marido fallecía se preparaba un funeral en su honor y se le colocaba en una pira a la cual se prendía fuego, en ese momento la viuda se lanzaba entre las llamas y se inmolaba de forma voluntaria para abandonar la vida con su marido. Existe una variante en algunas partes de la India donde el cuerpo es enterrado y la viuda es enterrada en vida junto a su esposo.

En la mitología hindú, Sati es el nombre dado a la mujer de Siva o Shiva, hija de Daksha, la cual se arrojó al fuego cuando Siva fue insultado por Daksha, no pudiendo soportar la vergüenza por el comportamiento de su padre la diosa Sati se inmoló con su marido en vida.

Este nombre, que significa “piadosa”, se aplicaba a todas las viudas que morían abrasadas en la pira de su marido, a las cuales se las consideraba castas.

Origen

El nacimiento de este escalofriante ritual en el que la esposa o esposas del fallecido ardían en vida entre terribles sufrimientos data de siglos de antigüedad, existen documentos griegos que hablan del ritual en el 316 antes de Cristo, sin embargo se supone que la tradición puede haber nacido incluso siglos atrás en la misma prehistoria. Sin embargo la inmolación voluntaria se empezó a popularizar en el Imperio Gupta en el año 400 después de Cristo.


La práctica en sus orígenes era llamada Anumarana y no estaba restringida a las viudas. Los viudos, amigos, sirvientes o seguidores del fallecido podían inmolarse en la pira funeraria.

La Práctica

Ambos, el fallecido y la viuda eran vestidos con los trajes con los que contrajeron matrimonio, el marido era situado en la pira que se había preparado para incinerar el cuerpo del difunto, aquí el proceso podía desarrollarse de las siguientes formas:

-1. Se encendía la pira funeraria y cuando esta estaba ardiendo la viuda saltaba al fuego.


-2. La propia viuda se sentaba junto a su marido y prendía ella el fuego.

-3. En determinados casos familiares, amigos o encolerizados aldeanos lanzaban a la viuda al fuego para no soportar la vergüenza cuando ella no se suicidaba voluntariamente.



A veces la viuda no podía soportar el dolor de arder en vida e intentaba escapar de las llamas, para evitar que esto sucediera algunos hombre portaban palos con los que impedían que huyera del fuego y muriese en la pila junto al difunto marido.

Viuda vestida con su traje de boda

Práctica obligatoria

Esta práctica que a priori podría considerarse incluso "romántica" (como idea de no soportar la vida sin su pareja), en realidad era una obligación.

Hay testimonios de casos en que la viuda era forzada a su muerte, representaciones gráficas de mujeres atadas en la pira apagada, versiones en las que se cuenta que la viuda estaba drogada, casos de hombres que con palos impedían que la viuda intentara huir de las llamas. Por lo que existía el Sati forzado y no sólamente como práctica de suicidio.

Aunque la práctica del sati fue abolida en la India, las viudas continúan siendo cruelmente estigmatizadas. Mientras que los hombres pueden volverse a casar, para las mujeres es prácticamente imposible, especialmente si son madres; además, una mujer en el momento en que enviuda pierde todas sus propiedades y derechos.

El rechazo social las obliga a identificarse con saris (vestido tradicional) completamente blancos, y en el momento de enviudar les rapan el pelo y le cambian la señal de la frente. Su sola presencia es considerada un mal augurio y son repudiadas por la sociedad.


Viuda saltando a la pira funeraria de su marido, hombres con palos evitaban que escapara de las llamas en caso de arrepentirse en el último momento o no soportaran el dolor.

Actualidad

La práctica del sati fue abolida en la India en 1829 y en otras leyes sucesivas a lo largo del 1900, siguen apareciendo modelos y referencias sobre ello en sus libros sagrados. Los líderes políticos y religiosos a veces se muestran ambivalentes sobre el tema y algunos lo defienden como una costumbre y el “derecho religioso” de las esposas a elegir su destino cuando su marido fallece.


Y es que “sati” se traduce como “buena mujer” y la creencia dice que las mujeres que lo practican adquieren la divinidad.

Aunque cada vez más escasos, aún ocurren casos como el de una viuda que se arrojó a la pira en que se cremaba su difunto marido el 21 de agosto de 2006 en el distrito de Sagar, Madhya Pradesh (India). O el sucedido el 4 de Septiembre en el que Roop Kanwar de tan sólo 18 años consiguió burlar a la policia e inmolarse junto a su marido en Deorala, Rajasthan.

Desgraciadamente, muchas veces los lugares donde las esposas se inmolaron se convierten en puntos de peregrinación donde la gente acude a dejar sus ofrendas. Eran mujeres invisibles, cuyo valor social dependía de los hombres y que pasaron a ser eternas.


Fuentes: http://en.wikipedia.org/wiki/Sati_(practice)
http://www.kamat.com/kalranga/women/sati/index.htm
http://www.laotraagenda.com/2008/03/el-sati.html